Prejuicios en la República Dominicana
Este tiene
presencia en la historia de la humanidad desde la antigüedad tanto en Occidente
como en Oriente. Romanos, Griegos y Celtas lo conocían en Europa y era una
práctica de carácter artístico en Japón y las islas del Pacífico. En 1769 James Cook en sus exploraciones a las
islas del Pacífico se encuentra con el tatuaje y recoge el término “tatoo”
proveniente de Tahití divulgando el término junto a su práctica.
El Tatuaje se establece
como moda en la cultura occidental a partir de los años 60´ por grupos de
jóvenes de distintos movimientos desde una contracultura sustentada en la
búsqueda de nuevas identidades y el rescate de culturas llamadas “primitivas”
colonizadas, explotadas y dominadas por Occidente y vistas al “margen” de la
civilización.
En la actualidad el
tatuaje se ha convertido en una moda bastante extendida en muchos países tanto
en Latinoamérica como Europa y Norteamérica.
La prohibición del
tatuaje en centros educativos y espacios laborales entra en contradicción con
la naturaleza democrática de nuestra sociedad. Un tatuaje al igual que un
piercing, arete, o corte de pelo no define las conductas de las personas.
Pero, ¿de dónde nace la
errada concepción que asocia a la persona tatuada con aquellos “inadaptados sociales,
delincuentes y personas de poca estima”? La verdad es que esto se debe, como
casi todos los males del país, a la ignorancia, falta de educación y poca cultura
de la mayoría de los dominicanos.
Debemos recordar que la
palabra tatuaje proviene de la palabra en inglés “tattoo” la que se origina a
su vez de la palabra samoana “tátau”, la cual significa marcar o golpear dos
veces. Y en la antigua Roma era una práctica que tenía como fin marcar esclavos
o delincuentes, puede que los dominicanos solo conozcamos esta parte de la
historia, porque para los egipcios los tatuajes eran vistos como una expresión
de arte.
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